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TODA RODILLA SE DOBLARÁ
Y TODA LENGUA CONFESARÁ
ANTE EL TRONO DEL JUICIO
(Actualizado el 19/5/10)
Vamos a leer dos pasajes importantes que tratan acerca de la relación
del hombre con Dios:
Romanos 14:10-12:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Filipenses 2:9-11:
9 Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre,
10 para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Vamos a examinar estos dos pasajes juntos porque tienen un lenguaje
común y están muy íntimamente relacionados.
En Romanos 14:10, Dios, por medio del Apóstol Pablo, está hablándoles a
los que estaban en la iglesia en Roma.
¿De qué los está acusando Dios?
Dios está acusando a los que están en esa iglesia de juzgar a su
prójimo. Es a eso a lo que se hace
alusión en Romanos 14:10.
Con respecto al hecho de juzgar a nuestro prójimo, Dios dice en Mateo
7:1-2:
“1 No juzguéis, para
que no seáis juzgados.
2
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que
medís, os será medido.
En Mateo 7:1-2, y en otros pasajes, Dios enseña que si, por naturaleza,
acostumbramos a juzgar a otros, somos semejantes a los que no son salvos y es
incluso probable que no lo seamos.
Juzgar a otros es una actividad propia de los que no son salvos, pero
no es una actividad propia de los verdaderos creyentes.
En Romanos 14:10, Dios está reprendiendo a los que están en la iglesia
por juzgar a otros dentro de la congregación.
Juzgar a otros es una actividad muy común de aquellos que no son
salvos. En ese versículo, Dios, por
medio del Apóstol Pablo, dice que “todos” compareceremos ante el tribunal de
Cristo.
Ese adverbio “todos” incluye a aquellos que están juzgando a su
prójimo. Ésa es la actividad propia de
los que no son salvos. En ese “todos” de
Romanos 14:10, Dios incluye a los que no son salvos en la iglesia.
Por lo tanto, cuando leemos en
Romanos 14:10 acerca de la reprensión que Dios les hace a los que están en la
iglesia en Roma por juzgar a otros, sabemos que Dios está hablándoles tanto a
los incrédulos que están en esa iglesia como a los verdaderos creyentes. Los incrédulos son los que juzgan a otros.
Los que no son salvos son los que mayormente juzgan a otros. Y ellos están ciertamente incluidos en el
adverbio “todos” de Romanos 14:10.
A partir de
En Romanos 14:10, Dios está reprendiendo a los que están en la iglesia
en Roma – incluyendo a los incrédulos o cizaña – y les dice que no deben juzgar
a su prójimo.
Cuando leemos preguntas tales como éstas: - “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué
menosprecias a tu hermano?”, podemos saber con certeza que Dios está
dirigiéndose tanto a los incrédulos como a los creyentes que están en esa
iglesia.
Por consiguiente, en la última parte de ese versículo, donde dice
que “todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”, nosotros sabemos
que los “todos” a los que Dios se
refiere incluyen a los incrédulos.
Podemos estar seguros de que
Dios incluye en ese “todos” de Romanos 14:10 a los que no son salvos. Ellos son principalmente los que juzgan a su
prójimo.
En el versículo siguiente, en Romanos 14:11, observamos que Dios
comienza diciendo: - “Porque está
escrito”. Eso significa que Él va a
referirse a algún otro pasaje de
HAY ALGUNOS QUE ARGUMENTAN QUE
Examinaremos ahora ese argumento:
Vamos a leer Isaías 45:22-25 para ver el contexto. Leemos en ese pasaje:
“22
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios,
y no hay más.
23 Por
mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será
revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
24 Y
se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán,
y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.
25 En
Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.
Vemos pues que en Romanos 14:11 se cita a Isaías 45:23.
Se ha argumentado que el adverbio “toda”
en Isaías 45:23 se refiere únicamente a los verdaderos creyentes y no incluye a
los incrédulos.
Ese argumento está basado en el versículo 22 que habla acerca de la
salvación, y en la primera parte del versículo 24 y en todo el versículo 25
donde también se habla acerca de la salvación.
Sin embargo, tenemos que analizar Isaías 45:22-25 más de cerca.
El versículo 22 es en realidad
un mandato para todos los seres humanos.
Todos los seres humanos deben mirar a Dios buscando salvación. En último término, son únicamente los verdaderos
creyentes los que serán atraídos hacia Dios.
Pero aun así, el mandato del versículo 22 se dirige a todos los seres
humanos.
Este mandato de mirar a Dios buscando salvación es semejante al que
encontramos en Marcos 1:15, donde leemos:
“Diciendo: El
tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed
en el evangelio”.
El mandato de Marcos 1:15 va dirigido a todos los seres humanos. Sin embargo, los verdaderos creyentes son los
únicos que serán finalmente atraídos y será a ellos a los que Dios les dará el
arrepentimiento.
Del mismo modo, Isaías 45:22 está dirigido a todos los seres humanos,
los cuales deben mirar a Dios buscando salvación.
Por lo tanto, Isaías 45:22 no es
un versículo limitado únicamente a los verdaderos creyentes ni tampoco es un
versículo limitado únicamente a los elegidos.
Es un versículo que le habla a toda la humanidad.
Hay algunos también que argumentan que como en la primera parte del
versículo 24 se habla acerca de la salvación, eso significa que el adverbio “toda” en Isaías 45:23 alude solamente a
los verdaderos creyentes.
Sin embargo, debemos analizar todo el versículo 24. La segunda parte de este versículo dice: - “y todos los que contra él se enardecen
serán avergonzados”. Esa parte se
refiere a los que no son salvos.
Por consiguiente, cuando leemos el adverbio “toda” en Isaías 45:23, no podemos determinar si ese adverbio
incluye solamente a los verdaderos creyentes, a los cuales se alude en la
primera parte del versículo 24, o si ese adverbio incluye a todos los seres
humanos, de los que se está hablando en todo el versículo 24.
Como consecuencia de eso, a
partir de Isaías 45:23 no podemos saber si el adverbio “toda” en ese versículo
se refiere únicamente a los verdaderos creyentes o a todos los seres
humanos. Dios no nos da suficiente
información en ese pasaje para que podamos determinarlo.
Por tanto, Isaías 45:23 no es un
texto que pruebe que el adverbio “todos” de Romanos 14:11 esté limitado
solamente a los verdaderos creyentes.
Vamos a volver a examinar Romanos 14:10-12, donde leemos lo siguiente:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Observen que Dios comienza el versículo 11 con la conjunción “porque”. Esta conjunción relaciona lo que dice el
versículo 11 con lo que se dijo en el versículo 10.
Dios estableció una verdad en el versículo 10. Y luego, en el versículo 11, Él va a ampliar
esa verdad por medio de la conjunción “porque”.
En el versículo 10, Dios dice que todos – es decir, todos los seres
humanos – deben comparecer ante el Tribunal.
Y a continuación, en el versículo 11, Él procede a explicar con mayor
amplitud lo que significa “comparecer ante el tribunal de Cristo”.
El versículo 11 enseña que “comparecer ante el tribunal de Cristo”
significa que la “se doblará la
rodilla” a Dios y que “la lengua confesará a Dios”.
El versículo 11 está relacionado con el versículo 10 por cuanto da una
explicación del mismo que está introducida por medio de la conjunción “porque”.
HAY ALGUNOS QUE ARGUMENTAN QUE 1
CORINTIOS 15:22 DEMUESTRA QUE NO PODEMOS RELACIONAR VERSÍCULOS TALES COMO
ROMANOS 14:10 Y 11.
En 1 Corintios 15:22, leemos:
Porque
así como en Adán todos mueren, también en Cristo Jesús todos serán vivificados.
En este versículo aparece dos veces el adverbio “todos”. El primer “todos” se refiere a todos los seres
humanos. Todos los seres humanos
murieron cuando Adán murió. El segundo “todos” se refiere a todos los
elegidos. Solamente los elegidos serán
vivificados.
En un solo versículo, pues, vemos dos veces el adverbio “todos”, pero esos dos “todos” son diferentes. Basados en ese versículo, no obstante, ellos
dicen que no podemos relacionar los adverbios “todos” y “toda” en
pasajes como el de Romanos 14:10-12.
Sin embargo, debemos siempre analizar el contexto de un versículo antes
de sacar ninguna conclusión.
En 1 Corintios 15:22, Dios define cuáles son esos dos “todos” diferentes a los que Él se
refiere.
El primer “todos” alude a
los todos “en Adán”. El segundo “todos” alude a los todos “en
Cristo”.
Sí, podemos tener dos “todos” diferentes en un versículo si Dios
los define de manera diferente.
En 1 Corintios 15:22 Dios define
que Él está hablando de un “todos” “en Adán” y de otro “todos” “en Cristo”. Sin embargo, Romanos 14:10-12 está escrito
de otro modo. Cada pasaje debe ser
examinado dentro de su propio contexto.
Vamos a examinar Romanos 14:10-12 otra vez. Leemos:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Mediante el uso de la conjunción “porque”
al principio del versículo 11, Dios está diciendo que el versículo 11 explica
más ampliamente lo que se dijo en el versículo 11.
Nosotros descubrimos que el adverbio “todos” en el versículo 10 se refiere a todos los seres
humanos. Los que no son salvos también
son culpables de juzgar a su prójimo.
Por tanto, sabemos que el “todos”
del versículo 10 alude a todos los seres humanos incluyendo a los que no son
salvos.
Y entonces, en el versículo 11, Dios establece una conexión con el
versículo 10 mediante la conjunción “porque”. La conjunción “porque” indica que en el versículo 11 Dios va a ampliar lo que Él
dijo en el versículo 10.
Por consiguiente, el adverbio “toda”
en el versículo 11 se relaciona directamente con el adverbio “todos” en el versículo 10. Dios los conectó por medio de la conjunción
“porque”, y de ese modo, Dios nos
muestra que Él está hablando de un solo grupo de personas – a saber, de “todos” los seres humanos, o lo que es
lo mismo, de “toda” persona.
Se trata de un solo contexto. 1
Corintios 15:22 define dos “todos”. Pero, Romanos 14:10-12 es un solo contexto;
es a un solo grupo de personas al que Dios está aludiendo.
El versículo 12 continúa
hablando de “todos” los seres humanos o de “cada” persona.
Dios introduce el versículo 12 en el contexto de los versículos 10 y 11
cuando comienza diciendo: - “De manera
que”.
El versículo 12 declara que “cada
uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”.
Hacemos esta pregunta: - “¿A
quiénes se refiere la frase ‘cada uno’?”
Todos los seres humanos son
responsables ante Dios. Sin duda alguna,
la frase “cada uno” en el versículo 12 se refiere a todos los seres humanos,
tanto los que son salvos como los que no lo son.
Los que no son salvos deben dar cuenta o pagarle la cuenta a Dios por
ellos mismos. El Señor Jesús dio cuenta
o pagó la cuenta por los verdaderos creyentes.
La frase “cada uno” en el
versículo 12 se refiere, por tanto, a todos los seres humanos – a los que son
salvos y a los que no lo son.
A continuación citamos dos versículos donde se usa la misma palabra
griega traducida como “cuenta” y en
ambos se hace alusión al hecho de darle cuenta a Dios.
Mateo 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es
semejante a un rey que quiso hacer cuentas <3056> con
sus siervos.
Si continuamos leyendo en Mateo 18 vemos que un siervo que no era salvo
tuvo que dar cuenta de su acción pecaminosa.
Por tanto, Mateo 18:23 enseña que los que no son salvos también deben
dar cuenta de sus acciones.
1 Pedro 4:4-5:
5
pero ellos darán cuenta <3056> al que está preparado para juzgar a
los vivos y a los muertos.
1 Pedro 4:4-5 dice que una persona que no es salva debe dar cuenta o
pagar una cuenta a Dios.
Hemos visto, pues, que los adverbios “todos” y “cada” en
Romanos 14:10 y 12 se refieren a toda la humanidad, incluyendo a aquellos que
no son salvos. Además, Dios usa palabras
de enlace para relacionar los versículos 10, 11 y 12. Por lo tanto, el adverbio “todos” en el versículo 11, y los
adverbios “toda” y “cada” en los versículos 10 y 12,
incluyen también a los que no son salvos.
No hay más que un contexto. Dios
está hablando de un solo grupo de personas.
Hasta aquí, hemos demostrado que
los adverbios “todos”, “toda” y “cada”
en los versículos 10 al 12 están relacionados por medio de las palabras en
enlace “porque” y “de manera que” y no están limitados únicamente a los
verdaderos creyentes sino que incluyen también a los que no son salvos. Isaías 45:23 tampoco limita lo que leemos en
Romanos 14:10-12 solamente a los verdaderos creyentes.
Ahora bien, necesitamos examinar más de cerca lo que enseña este pasaje
con respecto a lo que significa “comparecer ante el tribunal” y cuando
ocurrirá.
Vamos a leer de nuevo Romanos 14:10-11:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
En el versículo 10, Dios dice que todos compareceremos ante el tribunal
de Cristo.
Y a continuación, Dios conecta el versículo 11 con el versículo 10 por
medio de la conjunción “porque”.
En el versículo 11, Dios explica qué quiere decir “comparecer ante el tribunal
de Cristo”.
En el versículo 11, Dios enseña que “comparecer ante el tribunal
de Cristo” significa que “ante mí se
doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios”.
Éste es un punto clave.
En el versículo 11, Dios define
lo que significa “comparecer ante el
tribunal de Cristo”. Dios dice que eso
incluye el hecho de que “toda rodilla se doble
ante mí, y que toda
lengua confiese a Dios”.
Esto nos lleva a hacer otra pregunta:
¿Es ahora cierto para los que no son salvos en este mundo que “toda rodilla se dobla ante mi, y que toda lengua confiesa a Dios?
La respuesta es un “no”
categórico. En este mundo, los que no
son salvos no confiesan a Dios ni doblen su rodilla ante Él.
Por tanto, Romanos 14:11 todavía
no se ha cumplido para los que no son salvos.
Habrá de cumplirse para los que no son salvos en el Día del Juicio.
Sin embargo, ahora surge otro argumento.
SE DICE QUE EL VERBO “CONFESAR”
SE REFIERE ÚNICAMENE A LOS CREYENTES
Para responder a esta aseveración, tenemos que examinar el vocablo
griego que aparece traducido como “confesar”
en Romanos 14:11. Este vocablo griego
es algo diferente del verbo “confesar”
que encontramos en algunos versículos que nos resultan familiares, como por
ejemplo, en Mateo 10:32, en Romanos 10:9 y en 1 Juan 1:9.
El vocablo griego traducido como “confesar”
en Romanos 14:11 y en Filipenses 2:11 también se halla en Lucas 22:6.
En Lucas 22:3-6, leemos:
“3 Y entró Satanás en Judas, por
sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
4 y éste fue y habló con los
principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo
entregaría.
5 Ellos se alegraron, y
convinieron en darle dinero.
6 Y él se comprometió <1843>, y buscaba una oportunidad para
entregárselo a espaldas del pueblo.
El vocablo griego que aparece como “confesar” en Romanos 14:11 y en Filipenses 2:11 también se
encuentra en Lucas 22:6 y está traducido como “se comprometió”.
En Lucas 22:3-6, Judas llegó a un acuerdo con los líderes judíos para
traicionar al Señor Jesús. Él fue a los
principales sacerdotes y ellos se alegraron y acordaron o “convinieron” en darle dinero a cambio de su traición al Señor
Jesús.
En respuesta,
Judas “se comprometió” o “confesó” estar de acuerdo con el
convenio.
Dios guió con sumo cuidado la escritura de
Y entonces, surge otro argumento:
SE DICE QUE A TRAVÉS DEL TIEMPO,
LOS SERES HUMANOS SIEMPRE ESTÁN COMPARECIENDO ANTE EL TRONO DE CRISTO.
Es cierto que a través del tiempo, todos los seres humanos están
compareciendo ante Dios como juez. Dios
gobierna a todos los seres humanos. Él
es el juez.
Sin embargo,
La palabra griega “bema”
traducida como “tribunal” en Romanos
14:10 y en 2 Corintios 5:10, se usa solamente en
Esta palabra griega traducida
como “tribunal” no se usa para referirse a alguien que comparece continuamente
ante un juez; se usa más bien para
referirse a alguien que comparece ante el juez en un momento específico.
Aquí hay algunos versículos que contienen esta palabra griega “bema”:
Hechos 18:12 Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los
judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal <968>.
Hechos 25:6 Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o
diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal
<968>.
Hechos 25:10 Pablo dijo: Ante el tribunal
<968>
de César estoy, donde debo ser juzgado.
A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien.
Hechos 25:17 Así que, habiendo venido ellos juntos acá,
sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal
<968>,
mandé traer al hombre.
En cada uno de los casos anteriores, y en cada versículo
donde aparece esta misma palabra griega, la persona comparece ante el tribunal
en un momento específico y no continuamente.
Vemos también que Jesús compareció ante el tribunal:
Mateo 27:19 Y estando él sentado en el tribunal
<968>,
su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he
padecido mucho en sueños por causa de él.
Juan 19:13 Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a
Jesús, y se sentó en el tribunal <968> en el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo Gabata.
Jesús estuvo de pie ante el tribunal una sola vez a favor
de los verdaderos creyentes y recibió la sentencia de condenación. Jesús no estuvo de pie ante el tribunal
continuamente.
Los seres humanos
están continuamente ante Dios como juez.
Sin embargo, Dios usa esta palabra griega “bema” o “tribunal” para
referirse a un momento específico en el cual puede dictarse una sentencia. Por tanto, esta palabra griega no se usa para
referirse a alguien que comparece continuamente ante el juez.
Dios da otra prueba clave de que Romanos 14:10-12 no hace
alusión a ningún evento continuo en este mundo.
Vamos a examinar de nuevo Romanos 14:10. Leemos allí:
Pero
tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Observen que Dios dice que “todos compareceremos”. Dios
usa el tiempo futuro del verbo.
Algunas personas argumentan acerca del tiempo en algunos
versículos de los Salmos y en otros pasajes de
No obstante, en los Salmos y en otros pasajes, Dios habla
de cosas que Cristo hará o que ya hizo.
Y por tanto, en algunas ocasiones los tiempos verbales resultan un poco
confusos en los Salmos. Además, la
lengua hebrea, que es el idioma del Antiguo Testamento, no tiene más que dos
tiempos verbales, y estos se definen de un modo algo diferente a nuestros
tiempos verbales en español.
Por otra parte, la lengua griega sí tiene muy bien
desarrollados los tiempos pasado, presente y futuro, al igual que ocurre en
español. En la lengua griega, el verbo “comparecer” en Romanos 14:10 aparece
claramente en tiempo futuro. En
Romanos 14:10-12, pues, se está haciendo alusión a un evento futuro y no a algo
que estaba sucediendo en el momento en que fue escrito.
Por lo tanto,
podemos saber que Romanos 14:10 no dice que los seres humanos están
compareciendo ahora ante el tribunal de Cristo. Más bien, lo que ese versículo enseña es que
en el futuro, los seres humanos comparecerán ante el tribunal.
Esto está de acuerdo con la verdad que vimos anteriormente
en cuanto a que Dios usa esta palabra griega traducida como “tribunal” para referirse a un evento
que ocurre una vez y no a un evento progresivo y continuo.
Si los seres humanos estuvieran compareciendo continuamente
ante el “tribunal de Cristo”,
Romanos 14:10 habría sido escrito en tiempo presente, y se leería de la
siguiente manera:
Pero
tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos estamos compareciendo ante el tribunal de Cristo.
Sin embargo, no fue así como Dios lo escribió. Dios escribió Romanos 14:10 utilizando el
tiempo futuro del verbo, y eso indica que en el futuro, los seres humanos comparecerán
ante el tribunal de Cristo.
DIOS USA EL TIEMPO
FUTURO EN LOS TRES VERBOS DE ROMANOS 14:10-12, Y ÉL DICE QUE:
1. Nosotros compareceremos
ante el tribunal
2. Toda rodilla se doblará y
que toda lengua confesará
3. Daremos cuenta ante Dios
Debemos leer
Algunos pueden argumentar que nosotros podemos ignorar el
tiempo futuro de los verbos en Romanos 14:10-12. Pero, Dios usó el futuro en los tres
versículos. Si los seres humanos
estuvieran compareciendo actualmente ante el tribunal de Cristo, el versículo
tendría que decir: - “porque todos
estamos compareciendo”. No sería
apropiado que dijera: - “porque todos
compareceremos”.
EL HECHO DE QUE
COMPARECER ANTE EL TRIBUNAL DE CRISTO SEA UN EVENTO FUTURO ESTÁ DE ACUERDO CON
APOCALIPSIS 20:11-15.
Examinemos, pues, Apocalipsis 20:11-15 con la ayuda de
Apocalipsis 21:1-1-2. Vamos a analizar,
en primer lugar, Apocalipsis 21:1-2, donde leemos lo siguiente:
“1 Vi
un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, y el mar ya no existía más.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad,
la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido.
Apocalipsis
21:1-2 nos ayuda a entender el lenguaje de Apocalipsis 20:11-12.
En
Apocalipsis 21:1, Dios nos dice que hay “un
cielo nuevo y una tierra nueva”.
Dios
también nos dice que “el primer cielo y
la primera tierra pasaron”. Eso
significa que el primer cielo y la primera tierra fueron destruidos.
2 Pedro
3:10-13 nos enseña que Dios destruirá los cielos y la tierra actuales y
entonces, hará nuevos cielos y una nueva tierra.
Por tanto,
lo que leemos en Apocalipsis 21:1 en cuanto a que “el primer cielo y la primera tierra pasaron” significa que el
primer cielo y la primera tierra ya fueron destruidos.
Dios usa en Apocalipsis 20:11-12 un lenguaje
paralelo al que Él usa en Apocalipsis 21:1-2.
Vamos a
examinar Apocalipsis 20:11-15 con la ayuda de Apocalipsis 21:1-2. En Apocalipsis 20:11-15, leemos:
“11 Y vi un gran
trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12 Y
vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según
sus obras.
13 Y
el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron
los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y
la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte
segunda.
15 Y
el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de
fuego.
En el versículo 11 vemos a Dios sentado en un
gran trono blanco. Dios es Quién está
sentado en el trono.
A continuación, Él dice: - “de
delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para
ellos”. Éste es un lenguaje similar
al de la segunda parte de Apocalipsis 21:1, donde leemos: - “el primer cielo y la primera tierra pasaron”.
Este lenguaje de Apocalipsis 20:11 enseña que en este cuadro del
Evangelio, la tierra y el cielo ya han sido destruidos, del mismo modo
que ya han sido destruidos en el cuadro del Evangelio de Apocalipsis
21:1.
Entonces, comenzando en Apocalipsis 20:12, Dios presenta a los que no
son salvos - a los muertos - de pie ante Él, y fueron juzgados y echados en el
lago de fuego. Eso ocurrirá después que
la primera tierra y el primer cielo ya hayan sido destruidos.
Esto es paralelo a lo que leemos en Apocalipsis 21:2 donde dice que el
cuerpo de los creyentes, la santa ciudad, descenderá del cielo; lo cual tendrá
lugar después que el primer cielo y la primera tierra hayan pasado, como está
descrito en Apocalipsis 21:1.
Con la ayuda de Apocalipsis
21:1-2, Apocalipsis 20:11-12 enseña que los que no son salvos comparecerán ante
el trono de juicio o tribunal de Cristo después que este mundo ya haya pasado;
y eso está de acuerdo con el tiempo futuro de los verbos en Romanos 14:10-12.
Vamos a considerar ahora otro punto importante.
COMPARECER ANTE EL “TRIBUNAL” NO SIGNIFICA
NECESARIAMENTE QUE LOS QUE NO SON SALVOS TENGAN QUE PASAR POR
En el
pasado, cuando nosotros leíamos acerca del hecho de comparecer ante el Tribunal
de Cristo, pensábamos en un juicio formal en el que los que no son salvos
serían hallados culpables y echados en el lago de fuego.
Sin
embargo, el verbo “juzgar” no tiene por qué aludir a ningún juicio formal. El verbo “juzgar” en el sentido más general
se usa para referirse a la aplicación de
La misma
palabra griega traducida como “tribunal”
en Romanos 14:10 y en 2 Corintios 5:10 también se halla en los versículos
siguientes:
Hechos 12:21
Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el
tribunal <968> y les arengó.
En
Hechos 12:20-22 leemos acerca de cuando el Rey Herodes se sentó en un trono y
el pueblo lo alabó. En el versículo 21, Dios
usa la palabra “bema” o “tribunal” para referirse al hecho de
que Herodes estaba sentado en un trono y presidiendo sobre el pueblo.
No
hay nada en Hechos 12:20-22 que hable de un juicio en el que se pronunciara un
veredicto. En este pasaje se hace referencia
únicamente al gobierno del Rey Herodes sobre el pueblo. Dios hace alusión a ese evento presentando al
Rey Herodes sentado en el “tribunal”.
Por lo tanto, Hechos 12:21 muestra
que Dios puede usar la palabra griega “bema”, que se traduce como “tribunal”,
para hablar del gobierno de un rey sin referirse a ningún juicio formal.
Vamos
a examinar otro versículo que contiene esta palabra griega traducida como “tribunal”:
Hechos 7:5 Y no le dio herencia en ella, ni aun para
asentar <968> un pie; pero le prometió que se la daría en posesión, y a su
descendencia después de él, cuando él aun no tenía hijo.
Hechos
7:5 es un versículo muy inusual en el que no pensaríamos hallar la palabra “bema” o “tribunal”. Sin embargo, este
versículo nos ayuda a entender lo que Dios puede querer decir cuando habla de
comparecer o aparecer ante el “Tribunal”
de Cristo.
En
Hechos 7:5, Dios está hablando de Abraham y de la promesa que Él le hizo a
Abraham de que él y su simiente (los verdaderos creyentes) heredarían los
nuevos cielos y la nueva tierra.
Dios
está explicando que Abraham no recibió “ninguna
herencia” en la tierra de Canaán, y está enseñando que la promesa hecha a
Abraham no era para la tierra de Canaán cerca del Mar Mediterráneo, sino que la
promesa hecha a Abraham y a los verdaderos creyentes es para los nuevos cielos
y la nueva tierra.
Dios
lo explica en Hechos 7:5 diciendo: - “ni
aun para asentar un pie”. En lengua
griega, esta frase contiene la palabra “bema”
o “tribunal”.
Lo
que Dios dice ahí es que Abraham no tuvo ningún “tribunal” en la tierra de Canaán, implicando que él recibiría un “tribunal” en los nuevos cielos y en la
nueva tierra. En los nuevos cielos y en
la nueva tierra, lo que se pone de relieve no es que los creyentes serán jueces
en la sala de un tribunal y dictarán sentencia, sino que los creyentes se
sentarán en tronos junto con Cristo y gobernarán.
En
Hechos 7:5 se usa la palabra griega “bema”-
que se traduce como “tribunal” – de
un modo similar a cómo se usa en Hechos 12:21.
En ambos versículos, esa palabra “tribunal”
que Dios utiliza no hace alusión a ningún juicio sino a la acción de gobernar.
Por lo tanto, la presencia de la
palabra “tribunal” en Romanos 14:10 y en 2 Corintios 5:10 no significa que
tenga que existir un juicio en el que los que no son salvos sean hallados
culpables. Más bien, esa palabra puede
significar que Dios estará sentado en Su trono y gobernando sobre los que no
son salvos cuando ellos finalmente tengan que confesar conscientemente que Dios
sí gobierna sobre ellos.
CUANDO EXAMINAMOS CUIDADOSAMENTE
LOS VERSÍCULOS 10 Y 11 DE ROMANOS 14, VEMOS QUE EL LENGUAJE QUE DIOS USÓ EN
ELLOS HACE QUE ESOS DOS VERSÍCULOS SE RELACIONEN ENTRE SÍ.
Dicen
así:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
El
versículo 10 habla del tribunal, y Dios dice que “todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”.
Y
luego, Dios conecta el versículo 11 con el versículo 10 por medio de la frase “porque escrito está”. Lo que Él está indicando, pues, es que el
versículo 11 explica qué quiere decir el versículo 10 cuando habla de “comparecer ante el tribunal de Cristo”.
El
versículo 11 dice que “comparecer ante el tribunal de Cristo”
significa que “ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua
confesará a Dios”.
A
continuación citamos algunos versículos que contienen esa misma frase - “porque escrito está” - en la que se
usan las dos palabras griegas que encontramos en Romanos 14:11:
Mateo 4:10
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque <1063> escrito <1125> está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
Mateo 26:31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os
escandalizaréis de mí esta noche; porque <1063> escrito <1125> está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán
dispersadas.
Hechos 23:5 Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el
sumo sacerdote, pues <1063> escrito <1125> está: No
maldecirás a un príncipe de tu pueblo.
Romanos 12:19 No os venguéis vosotros mismos, hermanos
míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque <1063> escrito <1125> está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Gálatas 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de
la ley están bajo maldición, pues <1063> escrito <1125> está:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro
de la ley, para hacerlas.
En
cada uno de los ejemplos anteriores, y en todos los versículos que tienen esta
misma frase, “porque escrito está”,
la parte que viene después de la frase “porque
escrito está” da una explicación
o una definición adicional de la parte que la antecede. Las dos partes se concatenan.
Del mismo modo, la afirmación “ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua confesará a Dios
da la definición de lo que significa que “todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo”.
Por lo tanto, una lectura
cuidadosa de Romanos 14:10-11 muestra que “comparecer ante el tribunal de
Cristo” quiere decir que nuestra “rodilla se doblará ante Él, y que
nuestra lengua confesará a Dios”.
Para que esto se cumpla, es necesario que los
que no son salvos despierten y tengan conciencia en el Día del Juicio. Nadie puede “confesar” a Dios a menos que
esté consciente.
Hacemos
otra pregunta:
¿“Confiesan a Dios” los que no son salvos en
este mundo?
La
respuesta es un “no” categórico.
Los que no
son salvos hacen lo que ellos quieren y no “confiesan a Dios” – es decir, no confiesan el gobierno de Dios
sobre ellos. No le dan gracias a Dios
por Su bondad para con ellos. No alaban
a Dios por Sus maravillosos atributos.
No se interesan en lo más mínimo por las leyes que Dios ha establecido
para los seres humanos. En este mundo,
los que no son salvos no “confiesan a
Dios”.
Sin
embargo, en Romanos 14:10-11, Dios relaciona el “confesar a Dios” con el hecho de “comparecer ante el tribunal”.
Es por eso
que Romanos 14:10-12 está escrito en tiempo futuro. Hoy en día, los que no son salvos no están “confesando a Dios” ni tampoco están “compareciendo ante el tribunal”.
Pero, en el Día del Juicio, los que no son
salvos despertarán y recobrarán la conciencia y tendrán finalmente que
“confesar a Dios” y tendrán que “comparecer ante el tribunal”.
Alguien
podría argumentar que los huesos o el polvo también pueden “confesar” a Dios.
Sin
embargo, cuando examinamos todos los versículos que contienen esta palabra
griega traducida como “confesar”,
vemos que todos ellos exigen que haya consciencia.
Todos los
versículos que contienen esta palabra griega aparecen a continuación:
Mateo 3:6
Y eran bautizados por él en el Jordán, confesando <1843> sus
pecados.
Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo
Jesús, dijo: Te alabo <1843>, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las
revelaste a los niños.
Marcos 1:5 Y salían a él
toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él
en el río Jordán, confesando <1843> sus pecados.
Lucas 10:21 En aquella
misma hora, Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo <1843>, oh Padre, Señor del cielo y de
la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has
revelado a los niños. Sí, Padre, porque
así te agradó.
Lucas 22:6 Y él se
comprometió <1843>, y buscaba una oportunidad para
entregárselo a espaldas del pueblo.
Hechos 19:18 Y muchos de
los que habían creído venían, confesando <1843> y dando cuenta de sus hechos.
Romanos 15:9 Y para que los
gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto,
yo te confesaré <1843> entre los gentiles, y cantaré a tu nombre.
Santiago 5:16 Confesaos <1843> vuestras ofensas unos a otros, y
orad unos por otros, par que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.
Apocalipsis 3:5 El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré <1843> su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
En cada uno de los casos anteriores se requiere que
la persona que “confiesa” esté consciente.
Por lo tanto, es necesario que los que no son salvos despierten y
tengan consciencia en el Día del Juicio para cumplir Romanos 14:10-12.
Vamos a considerar otro argumento:
HAY QUIENES DICEN QUE PUESTO QUE LOS QUE NO SON SALVOS NO SE
ARREPENTIRÁN EN EL DÍA DEL JUICIO, ELLOS NO DOBLARÁN
Examinaremos este argumento cuidadosamente.
Apocalipsis 9:20-21:
20 Y
los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y
a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales
no pueden ver, ni oír, ni andar;
21 y
no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su
fornicación, ni de sus hurtos.
Apocalipsis 16:9 Y los
hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que
tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
Apocalipsis 16:11 Y
blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se
arrepintieron de sus obras.
Los versículos anteriores ayudan a confirmar el
hecho de que los que no son salvos no se arrepentirán en el Día del Juicio.
En base a ese hecho, hay quienes argumentan que la
afirmación que dice que “ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua
confesará a Dios” no se
aplica a los que no son salvos. Doblar
la rodilla y confesar con la lengua, según ellos, es una señal de arrepentimiento.
Debemos examinar
Con
vistas a responder a esta pregunta, tenemos que establecer, en primer lugar, cómo
define
Para
conocer la definición bíblica de las palabras “arrepentirse” o
“arrepentimiento”, debemos examinar cómo Dios usa esas palabras en
En
Hechos 26:20, leemos:
Sino que anuncié
primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de
Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios,
haciendo obras dignas de arrepentimiento.
En
Hechos 26:20 aparece en una ocasión la palabra “arrepentirse”, y en otra, la
palabra “arrepentimiento”, y eso le da una importancia adicional a esa palabra
en este versículo. Dios dice que hay
arrepentimiento cuando las personas se “convierten”
a Él, y eso da por resultado que ellas hagan “obras dignas de arrepentimiento”.
Por
tanto, en Hechos 26:20, Dios está definiendo el arrepentimiento como
convertirse a Él y obedecer
En
Ezequiel 18:30, leemos:
Por tanto, yo os
juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el
Señor. Convertíos, y apartaos de todas
vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina.
En
este versículo, Dios relaciona el mandato “Convertíos”
(o “Arrepentíos” en la versión
inglesa de King James) con la acción de “apartarse de todas
vuestras transgresiones”. De nuevo
aquí, el arrepentimiento tiene que ver con el hecho de apartarse del pecado, y
por lo tanto, de obedecer
En
Jeremías 8:6, leemos:
Escuché y oí; no hablan
rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho?
Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a
la batalla.
En
Jeremías 8:6, Dios implica que el hombre debe arrepentirse de “su mal”. Eso significa que el hombre debe apartarse de
su pecado y obedecer
En Mateo
21:28-29, leemos:
“28
Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le
dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.
29 Respondiendo él, dijo: No
quiero; pero después, arrepentido, fue.
Según
leemos aquí, el mandato era de ir y trabajar en la viña, pero el hijo dijo que
no. Él desobedeció al padre. Pero más tarde, “arrepentido, fue”. Dios
define, pues, el arrepentimiento como apartarse del pecado y obedecer.
En Hechos
8:22, leemos:
Arrepiéntete, pues, de esta tu
maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu
corazón.
Hechos
8:22 es un mandato que Pedro, por inspiración del Espíritu Santo, le dio a
Simón. Este versículo también confirma
que el arrepentimiento tiene que ver con el hecho de apartarse del pecado y
obedecer
En Mateo
12:41, leemos:
Los hombres de Nínive se
levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se
arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.
En Mateo
12:41 dice que los habitantes de Nínive se arrepintieron. En Jonás 3:5-10, leemos acerca de su
arrepentimiento:
5 Y
los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de
cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
6 Y
llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó
de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.
7 E
hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes,
diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les
dé alimento, ni beban agua;
8
sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y
conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.
9
¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su
ira, y no pereceremos?
10 Y
vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió
del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
En el
versículo 8 leemos el mandato “conviértase
cada uno de su mal camino”; y en el versículo 10, vemos la evaluación que
hace Dios al respecto: - “se
convirtieron de su mal camino”.
Jonás 3:5-10 da la definición del arrepentimiento al que Dios hace
alusión en Mateo 12:41.
Estos son
algunos pasajes que muestran cómo define
Vemos, pues, que Dios define el
“arrepentimiento” como “apartarse del pecado para obedecer
Los
que no son salvos no se arrepentirán ni se convertirán a Dios con todo su
corazón a no ser que Dios los atraiga.
Los siguientes versículos muestran que Dios es Quién tiene que darle al
hombre el arrepentimiento.
Hechos 5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por
Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Hechos 11:18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y
glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado
Dios arrepentimiento para vida!
Romanos 2:4 ¿O menosprecias las riquezas de su
benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento?
2 Timoteo 2:25 Que con mansedumbre corrija a los que se
oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan, para conocer la
verdad.
En
resumen, hemos aprendido la definición bíblica del arrepentimiento.
A
continuación, debemos examinar qué quiere decir
Tenemos que responder esta
pregunta importante: - ¿El hecho de doblar la rodilla y confesar con la lengua
indica que el individuo se ha apartado del pecado, es decir, que se ha
arrepentido?
Analizaremos
por separado cómo define
El
concepto de “doblar” o “inclinarse” se usa en
Además, el
concepto de “doblar” o de “inclinarse” también se usa en
En Génesis
23 hay dos versículos que muestran que Abraham se inclinó delante de los hijos
de Het:
Génesis 23:7
Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los
hijos de Het.
Génesis 23:12
Entonces Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra.
En Génesis
23 leemos que Sara había muerto y Abraham necesitaba comprar una porción de
tierra para sepultarla. Él quería
comprarles esa tierra a los hijos de Het.
En los versículos 7 y 12 dice que Abraham “se inclinó” delante de los
hijos de Het. Lo hizo en señal de
respeto o de reverencia hacia aquel pueblo.
Abraham no
estaba arrepintiéndose ni cambiando de actitud en su corazón para adorar a los
hijos de Het ni a sus dioses.
Los versículos 7 y 12 de Génesis 23 muestran
que en algunas ocasiones, el concepto de “inclinarse” en
En 3
versículos de Génesis 33 dice que la familia de Jacob “se inclinó” delante de
Esaú:
Génesis 33:3
Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que
llegó a su encuentro.
Génesis 33:6
Luego, vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.
Génesis 33:7
Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y
Raquel, y también se inclinaron.
En cada
uno de los versículos anteriores leemos de miembros de la familia de Jacob que
“se inclinaron” delante de Esaú. Lo
hicieron para mostrarle respeto y reverencia a Esaú, no porque estuvieran
arrepintiéndose ni cambiando de actitud
en su corazón para servir a Esaú ni a sus dioses.
Los versículos 3, 6 y 7 de Génesis 33 muestran
que, en algunas ocasiones, Dios no usa el concepto de “inclinarse” para indicar
que un individuo se ha arrepentido o se vuelve para servir a otro, sino como
símbolo de respeto y de reverencia.
En Números
22:31, leemos:
Entonces Jehová abrió los ojos
de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada
desnuda en su mano. Y Balaam hizo
reverencia, y se inclinó sobre su rostro.
En Números
22:31 se habla de cuando Dios llamó a Balaam y puso en su boca profecías
maravillosas para el verdadero Israel de Dios.
2 Pedro
2:15 Han dejado el camino recto, y se
han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el
premio de la maldad.
Judas 11
¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por
lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
Balaam no
era salvo y tampoco hay ninguna evidencia de que él quisiera servir a Dios con
un corazón sincero. Por ejemplo, en
Números 24:1, leemos:
Cuando vio Balaam que parecía
bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez,
en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto.
Balaam “puso su rostro hacia el desierto” para
evitar pronunciar las bendiciones maravillosas para Israel que Dios estaba
poniendo en su boca. Cuando examinamos a
Balaam con cuidado, vemos que él no tenía ningún deseo de servir a Dios ni de
obedecerle con un corazón sincero.
Sin
embargo, en Números 23:31 dice que Balaam se inclinó delante de Dios. El corazón de Balaam no estaba arrepentido ni
estaba dispuesto en su corazón a obedecer a Dios. Antes bien, Balaam fue forzado a reconocer a
Dios y a darle cierto respeto y reverencia.
A
continuación, hay 3 versículos más en los cuales se habla de personas que se
inclinaron delante de otras personas:
1 Samuel 24:8
También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces
detrás de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás,
David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia.
2 Samuel 14:33
Vino, pues, Joab al rey, y se lo hizo saber. Entonces llamó a Absalón, el cual vino al
rey, e inclinó su rostro a tierra delante del rey; y el rey besó a Absalón.
1 Reyes 1:53
Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó
ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo:
Vete a tu casa.
En 1
Samuel 24:8, David se inclinó delante del Rey Saúl. David no se estaba arrepintiendo de nada ni
cambiando de actitud en su corazón para servir a Saúl o a sus dioses. David no estaba más que mostrándole respecto
y reverencia al rey. En 2 Samuel 14:33,
Absalón se inclinó delante de su padre, el Rey David. Absalón ciertamente no estaba arrepintiéndose
de nada de lo que había hecho ni estaba cambiando de actitud en su corazón para
servir a David ni a Dios. Después de
esto, Absalón juntó a cierto número de seguidores para derrocar el reino de su
padre. En 1 Reyes 1:53, Adonías, el
hermano del Rey Salomón, se inclinó delante de éste. Adonías tampoco estaba volviéndose
arrepentido a Dios ni al Rey Salomón. En
el capítulo siguiente dice que Adonías continuó adelante con su plan para
tratar de arrebatarle el reino al Rey Salomón casándose con una de las esposas
de su padre.
Ahí tenemos 3 versículos más en los que Dios
no alude al hecho de “inclinarse” para indicar que alguien se arrepiente o se
vuelve en obediencia a Dios sino simplemente como señal de respecto o de
reverencia.
En Isaías
2:9-21, Dios describe cómo será la “inclinación” de los que no son salvos en el
Día del Juicio. Leemos en este pasaje:
9 Y
se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los
perdones.
10
Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y
del resplandor de su majestad.
11 La
altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será
humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
12
Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo,
sobre todo enaltecido, y será abatido;
13
sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas
de Basán;
14
sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados;
15
sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
16
sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
17 La
altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y
solo Jehová será exaltado en aquel día.
18 Y
quitará totalmente los ídolos.
19 Y
se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la
presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se
levante para castigar la tierra.
20
Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y
sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase,
21 y
se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la
presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se
levante para castigar la tierra.
Leemos
acerca de esta “inclinación” de los que no son salvos delante de Dios el Día
del Juicio en los versículos 9, 11 y 17.
Isaías
2:9-21 hace alusión al Día del Juicio, cuando los que no son salvos se
inclinarán ante Dios. El lenguaje de
este pasaje es similar al que encontramos en Apocalipsis 6:12-17 con respecto
al Día del Juicio. Tenemos un estudio
donde se examinan estos y otros pasajes correlativos.
EL DÍA DEL
JUICIO, LOS QUE NO SON SALVOS DESEARÁN
LA
ANIQUILACIÓN, PERO NO PODRÁN CONSEGUIRLA
A
los efectos de este estudio, el punto importante es que en Isaías 2:9-21,
encontramos 3 versículos en los que Dios dice que los que no son salvos “se
inclinarán” ante Él en el Día del Juicio.
Sin embargo, no leemos nada que indique que habrá arrepentimiento ni
vuelta a Dios en obediencia en ese pasaje.
Hemos visto, pues, cierto número
de versículos en los que Dios habla acerca de un individuo que “se inclina”
ante otro sin que en ese contexto se aluda al arrepentimiento ni a la
disposición del primero para obedecer al segundo. Más bien, la inclinación en esos casos indica
derrota, sumisión, reverencia o respeto.
Por lo tanto, cuando Dios dice que
toda rodilla se doblará, Él no tiene por qué estar hablando de
arrepentimiento. Dios usa esa figura
como expresión de derrota, de sumisión, de reverencia o de respeto.
La
segunda cosa a la que se hace referencia en Isaías 45:23, en Romanos 14:11 y en
Filipenses 2:10-11 es al hecho de “confesar”
o “jurar”. Leemos en esos pasajes:
Romanos 14:10-12:
10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
11
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios.
12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Filipenses 2:9-11:
9 Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre,
10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Isaías 45:23
Por
mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será
revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
Hay
quienes argumentan que los verbos “confesar” y “jurar” indican arrepentimiento
o un cambio de actitud para obedecer a Dios.
Para saber si esa afirmación es cierta, debemos examinar de qué manera
En Lucas
22:3-6, leemos:
3 Y
entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número
de los doce;
4 y
éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia,
de cómo se lo entregaría.
5
Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero.
6 Y
él se comprometió <1843>,
y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.
El vocablo
griego traducido como “confesar” en
Romanos 14:11 y en Filipenses 2:11 se encuentra también en Lucas 22:6 y aparece
como una forma del verbo “comprometerse”
– a saber “se comprometió”.
Según
leemos en Lucas 22:3-6, Judas se puso de acuerdo con los líderes judíos para traicionar
al Señor Jesús. Él fue a los principales
sacerdotes y ellos se alegraron y “convinieron”
o acordaron darle dinero para que traicionara al Señor Jesús.
A cambio,
Judas “se comprometió” o “confesó” estar de acuerdo con el
convenio.
Por tanto,
esta palabra griega en particular traducida como “confesar” en Romanos 14:11 y
en Filipenses 2:11 puede usarse para hablar de un incrédulo. Un incrédulo como Judas no dio ninguna señal
de que estaba arrepentido ni de que cambiaba de actitud en su corazón para obedecer
a Dios. De hecho, su última acción al
suicidarse fue un pecado más que cometió.
No hubo, pues, ningún arrepentimiento por parte de Judas.
En Lucas
23:6, cuando Judas “se comprometió”
o les “confesó” a los principales
sacerdotes que estaba de acuerdo, no hubo ningún arrepentimiento ni se volvió
tampoco a Dios ni a los dioses de los principales sacerdotes. Judas simplemente estaba aceptando un
acuerdo, pero no estaba arrepentido ni dispuesto a servir ya fuera a Dios o a
los principales sacerdotes.
En Isaías
45:23, Dios usa el verbo “jurar”. Vamos a considerar algunos versículos donde
que contienen la misma palabra hebrea.
La cuestión radica en determinar si esta palabra hebrea traducida como “jurar” indica que el individuo se
arrepiente o se vuelve a Dios en obediencia.
Vemos esta
misma palabra hebrea en cierto número de versículos en los que alguien que jura
lo hace falsamente y no con un corazón sincero:
Levítico 6:1-5:
1
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2
Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su
prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su
prójimo,
3 o
habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare <7650> en
falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre,
4
entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de
la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
5 o
todo aquello sobre que hubiere jurado <7650> falsamente; lo restituirá por entero a aquel a
quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación.
Salmo 24:4
El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a
cosas vanas ni jurado <7650> con
engaño.
Jeremías 5:2
Aunque digan: Vive Jehová, juran <7650> falsamente
Zacarías 5:4
Yo la he hecho salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa
del ladrón, y a la casa del que jura <7650> falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de
su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras.
Malaquías 3:5
Y vendré pronto a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los
hechiceros y adúlteros, contra los que juran
<7650> mentira, los que defraudan en su salario al
jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Cada uno
de los versículos anteriores hace referencia a individuos que juran pero no de
verdad. Juran falsamente. Hacen un juramento pero no lo hacen de
verdad. De hecho, a lo que aluden los
versículos anteriores es a la mentira – es decir, que todo aquél que “jura
falsamente” miente. No dice la verdad.
Jura
falsamente, y eso no es arrepentimiento.
Como fue demostrado anteriormente, el arrepentimiento es volverse o
cambiar de actitud para obedecer a Dios, y eso implica que el que se arrepiente
lo haga con un corazón sincero. En los
versículos que acabamos de leer se usa la misma palabra hebrea que se traduce
como “jurar” cuando se habla de
alguien que hace un juramento, pero no lo hace de verdad.
En cuanto
a los que no son salvos en el Día del Juicio, ellos “jurarán” ante Dios,
podríamos pensarlo de ese modo. En el
Día del Juicio, los que no son salvos tendrán que “jurar” o reconocer que Dios
existe y que Él es Quién los gobierna.
En su corazón, ellos estarán mintiendo porque no creen que Dios deba
gobernarlos. Su “juramento”, por tanto,
será falso por cuanto persisten en Su rebelión contra Él. No habrá arrepentimiento alguno en sus
corazones.
Hemos analizado tres verbos – “inclinarse”,
“confesar” y “jurar” – que se encuentran en Isaías 45:23, en Romanos 14:10-12 y
en Filipenses 2:9-11, y según hemos descubierto, esos verbos no significan necesariamente que haya arrepentimiento ni un
cambio de actitud para obedecer a Dios.
Por lo tanto, el hecho de que los que no son
salvos no se arrepientan en el Día del Juicio no indica que Isaías 45:23,
Romanos 14:10-12 y Filipenses 2:9-11 no se refieran también a los que no son
salvos.
Vamos a
continuar nuestro estudio examinando Filipenses 2:9-11.
EXAMINAREMOS AHORA FILIPENSES 2:9-11 DONDE SE
HABLA DEL MISMO ASUNTO.
Leemos en
ese pasaje:
Filipenses 2:9-11:
9 Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre,
10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Observen
la similitud del lenguaje con respecto al hecho de doblar la rodilla y confesar
al Señor Jesús en Filipenses 2:10-11 y en Romanos 14:11.
En
Filipenses 2:11, Dios usa el mismo vocablo griego traducido como “confesar” que Él usó en Romanos 14:11 y
que Él usa también en Lucas 22:6, cuando Judas, un incrédulo, “se comprometió” o confesó su acuerdo
con los líderes judíos.
En Filipenses 2:5-8, Dios hace hincapié en la
manera en que el Señor Jesús se humilló a Sí Mismo al tomar una naturaleza
humana y hacerse el siervo sufriente que padeció la muerte vergonzosa de la
cruz.
Y
entonces, en el versículo 9, Dios dice que por haberse humillado a Sí Mismo,
Dios “lo exaltó hasta lo sumo” y le
dio “un nombre que es sobre todo nombre”.
¿Hay alguna duda en cuanto a que la frase
“todo nombre” incluye a todos los seres humanos, tanto a los que son salvos
como a los que no son salvos?
No hay
ninguna duda de que la frase “todo
nombre” en Filipenses 2:9 se refiere a toda la humanidad – tanto a los que
no son salvos como a los que no son salvos.
El Señor Jesús está por encima de todos los
seres humanos y por encima de toda la creación de Dios. Cristo es sobre todos. Eso incluye no solamente a los salvados sino
también a los que no lo son.
Entonces,
en los versículos 10 y 11, Dios dice cuál es el resultado o cómo se pone en
evidencia el hecho de que el nombre de Cristo es sobre todo nombre.
Dios
comienza el versículo 10 con la frase “Para
que”. El vocablo griego traducido
así modifica la gramática y la ortografía griegas de los versículos 10 y 11
para mostrar que hay una relación causa-efecto entre los versículos 10-11 y el
versículo 9.
En otras palabras, Dios relaciona los
versículos 10 y 11 con el versículo 9 por medio de la frase “para que” a fin de
que los dos últimos versículos sean la evidencia o el resultado del versículo
9. Dios está diciendo, pues, que como el
nombre de Cristo está por encima de todos los seres humanos, entonces, todos
los seres humanos deben doblar la rodilla y confesarlo.
Vemos ese
mismo vocablo griego traducido como “para
que” o como “que” en los
siguientes versículos:
Mateo 1:22
Todo esto aconteció para que <2443> se cumpliese lo dicho
por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
Mateo 18:14
Así que no es la voluntad de vuestro Padre, que está en los cielos, que <2443>
se pierda uno de estos pequeños.
Mateo 26:56 Mas todo esto sucede, para que <2443>
se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole,
huyeron.
Juan 6:39
Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que <2443>
de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en
el día postrero.
Juan 6:40
Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que <2443>
todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero.
Estos
versículos muestran de qué manera se usa en
Eso mismo
es cierto con respecto a Filipenses 2:9-11.
En el versículo 9, Dios dice que el nombre de Cristo es sobre todos los
nombres, y eso incluye los nombres de todos aquellos que no son salvos.
Y
entonces, en los versículos 10 y 11 dice que como resultado de eso, todos los
seres humanos – incluyendo a los que no son salvos – deben doblar su rodilla y
confesar a Cristo como Señor.
Dios está diciendo que puesto que Cristo está
por encima de todos los seres humanos, incluyendo a aquellos que no son salvos,
todos los seres humanos, incluyendo a los que no son salvos, deben doblar su
rodilla y confesar a Cristo. Confesar
es un reconocimiento consciente.
Dios dice, pues, que toda rodilla se doblará y
que toda lengua confesará “para la gloria de Dios Padre”.
El
programa de salvación le da gloria a Dios.
Sin embargo, el programa de juicio también le da gloria a Dios. En Josué 7 leemos acerca de Acán, un hombre
que no era salvo.
En Josué
7:19 dice:
Entonces Josué dijo a Acán: Hijo
mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora
lo que has hecho; no me lo encubras.
Después de
esto, Acán fue apedreado. Acán cayó bajo
el juicio de Dios y fue apedreado. Sin
embargo, según dice aquí, aquello también le dio “gloria” a Dios.
Eso está
de acuerdo con Filipenses 2:11, donde leemos que el hecho de doblar la rodilla
y confesar a Cristo le da “gloria” a Dios. Acán hizo confesión.
Si
cambiamos el adverbio “toda” en los
versículos 10 y 11 y limitamos lo que dicen esos versículos únicamente a los
salvados, estaremos forzando Filipenses 2:9-11 para que diga:
9 Por
lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre,
10
para que en el nombre de Jesús un pequeño por ciento de rodillas de los
que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y un
pequeño por ciento de lenguas confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria
de Dios Padre.
Si
cambiamos el adverbio, estaremos cambiando esos versículos para que digan que
puesto que Cristo es sobre todo nombre, un pequeño por ciento doblará sus
rodillas y confesará a Cristo. Pero eso
no es lo que Dios indica en Filipenses 2:9-11.
Por medio
de la frase “para que” al principio
del versículo 10, Dios usa los versículos 10 y 11 como una prueba o una evidencia
de que el nombre de Cristo es sobre todo nombre.
La
demostración de que Cristo está por encima de todos, incluyendo a los que no
son salvos, es lo que Dios dice en los versículos 10 y 11 – a saber, que toda rodilla se doblará y toda lengua
confesará,
Es por eso que Dios usó esto vocablo griego en
particular traducido como “para que”
al comienzo del versículo 10. Dios hace
que los versículos 10 y 11 sean la evidencia o el resultado del hecho
establecido en el versículo 9.
La
evidencia o el resultado de que el nombre de Cristo es sobre todo nombre (sobre
los nombres de todos los seres humanos) es que toda rodilla se doblará y toda
lengua confesará a Dios.
El vocablo griego traducido como “confesar”
requiere siempre de la consciencia. Por
lo tanto, los que no son salvos, cuyos cuerpos están durmiendo en el polvo,
deberán despertar y estar conscientes para cumplir lo que leemos en Romanos
14:10-12 y Filipenses 2:9-11.
Un examen cuidadoso de Romanos 14:10-12 y de
Filipenses 2:9-11 muestra que todos los que no son salvos deberán doblar sus
rodillas y confesar a Cristo. Por lo
tanto, los que no son salvos tendrán que despertar y estar de nuevo conscientes
en el Día del Juicio para cumplir lo que dicen estos pasajes.
A
continuación damos un sumario de verdades importantes que enseñan estos
pasajes:
1.
El
adverbio “todos” en Romanos 14:10
incluye a los que no son salvos porque en ese versículo se está hablando de
aquél que juzga a su prójimo, y ésa es una actividad común entre los que no son
salvos.
2.
Isaías
45:23 no nos ayuda a determinar a quiénes se refiere el adverbio “toda” en Romanos 14:11. Solamente a partir de Isaías 45:23 no podemos
decir si ese adverbio incluye a los que no son salvos o no.
3.
Los
adverbios “todos” y “toda” en Romanos 14:10-12 hacen alusión
a lo mismo. Hay un solo contexto en esos
versículos. Sin embargo, en 1 Corintios
15:22, Dios sí habla de dos “todos”
diferentes – uno “en Adán”, y el
otro “en Cristo”. Debemos considerar cuidadosamente el contexto
de un pasaje siempre.
4.
El
adverbio “toda” en Romanos 14:12
tiene que referirse a todos los seres humanos porque todos ellos son
responsables ante Dios. Dios incluyó en
los adverbios “todos” y “toda” en Romanos 14:10-12 tanto a los
que son salvos como a los que no lo son.
El contexto de estos tres versículos es el mismo.
5. El vocablo griego traducido como “confesar” en Romanos 14:11 y en
Filipenses 2:11 también se encuentra en Lucas 22:6 donde leemos que Judas se comprometió. Por lo tanto, este vocablo puede referirse a
una persona que no es salva.
6. Con
la frase “porque escrito está” en Romanos 14:11, Dios define que “comparecer
ante el tribunal de Cristo” significa que “a mí se doblará toda rodilla, y
jurará toda lengua”. Por consiguiente,
los que no son salvos tendrán que despertar y estar conscientes para “confesar”
a Dios.
7.
8. Dios
escribió Romanos 14:10-12 usando verbos en tiempo futuro al decir que
“todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”. Eso enseña que la comparecencia ante el
tribunal no es ahora sino que tendrá lugar en el futuro.
9.
La
comparecencia futura ante el tribunal está de acuerdo con la secuencia de
eventos descritos en Apocalipsis 20:11-12 y en 21:1-2.
10. Filipenses 2:9-10 enseña que una evidencia o
una demostración del hecho de que Cristo está sobre todos – incluyendo a los
que no son salvos – es que todos – incluyendo a los que no son salvos –
doblarán sus rodillas y confesarán a Cristo.
La confesión requiere un despertar consciente por parte de los que no
son salvos.
Un examen cuidadoso de Romanos 14:10-12 y de
Filipenses 2:9-